sábado, 25 de junio de 2016

DERECHOS FUNDAMENTALES EN EL DERECHO DE INFORMACION



La Declaración Universal de Derechos Humanos aboga por el reconocimiento y aplicación de estos a todas las personas,  que  desde sus inicio el objetivo primordial siempre fue  que toda persona tenga los derechos y libertades proclamados "sin distinción de alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición".
Entonces ¿qué son los derechos fundamentales? 

Uno de los derechos fundamentales que todo ser humano posee, es el derecho a la información, regulado en la Constitución Política del Perú, art 2. inc. 4 y 5; siendo este, el principal en el presente ensayo.
Como ciudadanos de una nación libre tenemos el derecho fundamental de obtener información, es un elemento indispensable para el desarrollo del ser humano. Es la garantía fundamental que tiene toda persona para obtener información (noticias, datos, hechos, opiniones e ideas), informar y ser informada, de manera simultánea con otros derechos humanos, tanto libertades individuales (libertades de pensamiento, expresión e imprenta) como otras de carácter social.  En este caso, desarrollaremos el derecho a la información mediante internet.

Internet es una gran red internacional de ordenadores.(Es, mejor dicho, una red de redes, como veremos más adelante). Permite, como todas las redes, compartir recursos. Es decir: mediante el ordenador, establecer una comunicación inmediata con cualquier parte del mundo para obtener información sobre un tema que nos interesa, ver los fondos de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, o conseguir un programa o un juego determinado para nuestro ordenador. En definitiva: establecer vínculos comunicativos con millones de personas de todo el mundo, bien sea para fines académicos o de investigación, o personales.
Comparado a las enciclopedias y a las bibliotecas tradicionales, la web ha permitido una descentralización repentina y extrema de la información y de los datos. Algunas compañías e individuos han adoptado el uso de los weblogs, que se utilizan en gran parte como diarios actualizables. Algunas organizaciones comerciales animan a su personal para incorporar sus áreas de especialización en sus sitios, con la esperanza de que impresionen a los visitantes con conocimiento experto e información libre.
Internet ha llegado a gran parte de los hogares y de las empresas de los países ricos, en este aspecto se ha abierto una brecha digital con los países pobres, en los cuales la penetración de Internet y las nuevas tecnologías es muy limitada para las personas.

No obstante, en el transcurso del tiempo se ha venido extendiendo el acceso a Internet en casi todas las regiones del mundo, de modo que es relativamente sencillo encontrar por lo menos 2 computadoras conectadas en regiones remotas.
Desde una perspectiva cultural del conocimiento, Internet ha sido una ventaja y una responsabilidad. Para la gente que está interesada en otras culturas, la red de redes proporciona una cantidad significativa de información y de una interactividad que sería inasequible de otra manera.

Internet entró como una herramienta de globalización, poniendo fin al aislamiento de culturas. Debido a su rápida masificación e incorporación en la vida del ser humano, el espacio virtual es actualizado constantemente de información, fidedigna o irrelevante.
Sin embargo, cabe resaltar que existe también una brecha digital, es decir, la distancia en el acceso, uso y apropiación de las tecnologías tanto a nivel geográfico, a nivel socioeconómico (entre quintiles de ingreso) y también en las dimensiones de género, en articulación con otras desigualdades culturales. Cabe destacar que la brecha digital está en relación con la calidad de la infraestructura tecnológica, los dispositivos y conexiones, pero sobre todo, con el capital cultural para transformar la información circulante en conocimiento relevante.

América Latina se ha convertido en una de las regiones más proactivas del mundo en relación con la inclusión de tecnología en sus sistemas educativos. Estas políticas públicas apuntan a mejorar la inclusión social, la democratización del conocimiento y la reducción de la brecha digital.
De entre los derechos más relevantes susceptibles de ser potenciados o afectados por las comunicaciones digitales puede destacarse el de la integridad síquica; el respeto y protección a la vida privada y a la honra de la persona; la libertad de conciencia y manifestación de sus creencias; el derecho a la educación; la libertad de enseñanza; la libertad de emitir opinión y la de informar, sin censura previa, en cualquier forma y por cualquier medio, sin perjuicio de responder de los delitos y abusos que se cometan en el ejercicio de estas libertades, en conformidad a la ley; el derecho a presentar peticiones a la autoridad; el derecho de asociación; el derecho a desarrollar cualquier actividad económica; la libertad de adquirir bienes, y la libertad de crear y difundir las artes. 
Son de especial relevancia el derecho a la libertad de expresión y la libertad de crear y difundir las artes, ya que estos pueden ejercerse a través de diversos medios, como sucede al publicar blogs de opinión, compartir creaciones musicales o creaciones artísticas plásticas o digitales, compartir fotografías, escribir poemas o cuentos y muchos otras expresiones, todas ellas factibles en el ciberespacio. Tal es la importancia que ha adquirido el ejercicio de derechos fundamentales en el entorno digital, que la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha publicado recientemente un informe en que reconoce, expresamente y en la misma dirección en que lo ha hecho Naciones Unidas, que el artículo 13 de la Convención Americana, que garantiza el derecho de toda persona a la libertad de expresión, “se aplica plenamente a las comunicaciones, ideas e informaciones que se difunden y acceden a través de Internet” (Botero, 2013). 

Junto con ello, ha destacado la importancia que revisten ciertos principios orientadores de la libertad de expresión en la red, a fin de que sean salvaguardados adecuadamente, tanto por los gobiernos, como por los órganos legislativos y administrativos, los tribunales y la sociedad civil, atendido lo crucial que resulta ser la tecnología “para el desarrollo político, económico, social y cultural, así como un factor esencial para la reducción de la pobreza, la creación de empleo, la protección ambiental y para la prevención y mitigación de catástrofes naturales” (Botero, 2013). Entre ellos, encontramos el acceso, el pluralismo, la no discriminación y la privacidad.
La defensa de los derechos fundamentales ejercidos en el ámbito del ciberespacio es una tarea que también debe pasar por una educación de los usuarios de este medio sobre cómo ejercer sus derechos –tanto a nivel nacional como internacional-, los límites que estos tienen, y la importancia e impacto que revisten. 

Es hora de que el derecho evolucione y que se prevea la posibilidad real de que en poco tiempo los problemas relacionados con derechos fundamentales e Internet sean un tema recurrente en los tribunales –nacionales e internacionales- frente a lo cual hay que tener una preparación real, tanto de la legislación como de los operadores jurídicos, a fin de poder asegurar un mayor acceso a la justicia cuando los derechos son ejercidos en un entorno digital.

No hay comentarios:

Publicar un comentario